El concepto de higiene mental se refiere a lograr un equilibrio emocional y cognitivo entres nuestras expectativas y lo que ocurre en la realidad. Se tiene que trabajar con la autoestima, las emociones y los pensamientos, y las conductas que abarcan esta higiene mental tiene como objetivo provenir comportamientos negativos en el contexto social. Asimismo, aportarán estabilidad emocional e incrementa la calidad de vida de las personas. Pero también debemos tener en cuenta que algunas veces se presentarán elementos y obstáculos que compliquen el proceso de la higiene mental, pero debemos tomarlo con calma y retomarlo.
¿Salud mental e higiene mental, es lo mismo?
Existen una diferencia entre estos dos conceptos, la salud mental tiene un término más amplio, no solo va a abarcar cuidados preventivos sino también tratamientos de trastornos de salud mental que ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas. En cambio, la higiene mental maneja estrategias y acciones que ayudarán a lograr esa mejoría, y se podría decir que el objetivo de la higiene mental es mejorar la salud mental.
¿Cómo practicar la higiene mental?
- Debes empezar a aprender a conocer todas tus emociones e identificar su origen, muchas veces nos dejamos llevar por nuestras emociones y actuamos de manera negativa, es por eso que es bueno que digas todo lo que sientas y nunca te guardes nada.
- Trabaja en tus relaciones personales y sociales, esto para que con cada una de ellas tengas un lazo más fuerte y que te permitas darte cuenta si existe un vínculo que podría afectarte.
- Trabaja en tu autoestima, tienes que aceptarte tal y como eres, y lo más importante es aprenderte a amarte a ti mismo. Y que, si no te sientes bien con ello, trabajo duro para logres lo que quieres, pero de una manera positiva.
- Tienes que plantearte metas y objetivos claros, pues cuando nos proponemos algo nos mantenemos activos y muy motivados.
- Aprende a afrontar las situaciones, recuerda que durante nuestra vida se presentarán obstáculos y va a depender de nosotros como resolverlos.
- Realiza las actividades que más te gusten y jamás te prives de ellas, pues estas pueden ser tu fuente de motivación para realizar otras tareas. Y también juegan un papel principal para tener un buen estado emocional.
- Haz ejercicio, muchos estudios han demostrado que realizar ejercicio resulta ser beneficioso para mejorar el estado de ánimo, reducir la tensión y la ansiedad, fomentar la autoestima y mejorar la calidad de vida.
- Para estar bien emocionalmente, necesitamos que los pensamientos positivos abarquen la mayoría de nuestra mente y tiempo, a veces tenemos pensamientos negativos, pero es por eso que también debemos estar distraídos haciendo cosas que nos gustan o simplemente verle el lado bueno a todo lo que nos rodea.
¿Y tú? ¿Ya estás practicando la higiene mental?