Llevamos toda la vida escuchando a nuestras madres decir que es importante tomar cada día un jugo de naranja. Por el simple hecho que contiene mucha vitamina C y previene la gripa. Sin embargo, nunca nos hemos puesto a pensar en los verdaderos beneficios de esto.

El consumo de esta vitaminas lleva años afincado en nuestro imaginario popular.  Pero, de un tiempo hacía aquí, se ha vuelto a poner de moda. En múltiples medios se ha empezado a hablar de sus beneficios.

Beneficios

La realidad es que consumir vitamina C de forma regular puede ser muy positivo para nuestro organismo. Sus propiedades van mucho más allá de la prevención de resfriados.

  • Forma una proteína que se encarga de producir piel, los tendones, los ligamentos y vasos sanguíneos.
  • Sana heridas.
  • Mantiene cartílagos, huesos y dientes.
  • Ayuda a la absorción de hierro.

La vitamina C es una fuente muy rica de antioxidantes, con lo que es un potente antiaging. Como sabes, nuestro cuerpo acumula radicales libres que tenemos que combatir a través del consumo de ciertos alimentos o de complementos alimenticios. De esta forma evitaremos el envejecimiento prematuro de nuestras células.

Sistema inmunológico

Esta vitamina también es buena para reforzar nuestro sistema inmunológico. Para prevenir el escorbuto, disminuir los niveles de colesterol sanguíneo, ayudar a regular la presión arterial, reducir los síntomas de la alergia. Además de aclarar y aportar luminosidad a la piel, promover el proceso de cicatrización.

En la naturaleza podemos encontrar muchos ingredientes beneficiosos para nuestra salud, pero el problema, por decirlo de algún modo, es que solos tienen una serie de efectos pero combinados con otros ingredientes estos efectos se multiplican, con lo que es importante que a la hora de consumirlos tengamos esto presente.

La vitamina C combinada con té verde actúa conjuntamente contra el envejecimiento, además de proporcionarnos energía para mantener nuestro organismo activo.

FUENTE: deGrisaVerde