Suena extraño, pero lo cierto es que constantemente abusamos de nosotros mismos. El concepto de daño a uno mismo generalmente se limita a los actos de autoabuso físico. Pero la observación de nuestra propia dinámica interna revela que el mismo fenómeno ocurre mentalmente. Mucho antes de que se manifieste en nuestra conducta.
Auto-daño mental: cómo abusamos de nosotros mismos
Exploramos algunas formas en las que todos menos los más conscientes de sí mismos. Emocionalmente inteligentes están comprometiendo constantemente su salud mental al dedicarse a ciclos adictivos, repetitivos y habituales de pensamiento y sentimiento.
Imaginación
Nuestra imaginación es, sin duda, la facultad más poderosa de la que tenemos posesión, que ver con lo que haremos. La imaginación está disponible para usted en cada momento de vigilia de su vida, para crear cualquier forma de pensamiento que desees, sin excepciones.
Por supuesto, a tu imaginación no le importa cómo se usa, es solo una herramienta. Entonces, cuando lo usas para crear escenarios en los que te imaginas ser menos de lo que eres, esto es problemático.
Usar tu imaginación para crear una autoimagen que no sea profesionalmente competente, a pesar de tus logros. El Síndrome de Imposter es una forma común de abuso que la mayoría de nosotros experimentará. Otra es la creación de situaciones imaginarias que tememos, el peor de los casos, a veces disfrazadas de planificación. La imaginación continua de estos resultados con sus sentimientos de preocupación o ansiedad tiene un vínculo causal con la depresión.
Simpatía
La simpatía es la admisión de los sentimientos de los demás en la experiencia de uno, más bien como las cuerdas abiertas de guitarra vibrarán en simpatía con una voz humana. Pero el problema es fundamental: ¿cómo podemos estar seguros de que estamos sintiendo lo que el otro siente? Incluso si pudiéramos experimentar los sentimientos de otra persona, ¿con qué fin?
La simpatía es un abuso del propio sistema de sentimientos y puede degenerar con demasiada facilidad. En propiedad y responsabilidad por los desafíos de los demás. Este síndrome no solo carga al simpatizante con sentimientos a los que no tiene derecho. También interfiere con la capacidad del otro para responder en consecuencia.
Crítica
Entretener a la negatividad sobre sus circunstancias, usted y sus relaciones es otra forma de auto-abuso. La etimología de la palabra crítico sugiere un sentido de separación en partes y una discriminación entre esas partes. De ahí la simbología de la espada de la justicia. Una metáfora similar se usa con respecto al intelecto que se pretende que sea agudo, como en un ingenio de estoque.
Fuente: Forbes