Para tener un buen desempeño en la educación en línea, online o a distancia, es decir, enseñanza no presencial, es indispensable fomentar hábitos de estudio.
Las habilidades de organización te ayudaran a trabajar de manera más eficiente.
“La planificación es la base”
Si no existe una planificación, para cumplir con las actividades relacionadas a la enseñanza, se puede caer en una situación de estrés excesivo e innecesario.
En ese sentido, se han realizado estudios con muestras de alumnos universitarios, fundamentalmente de educación presencial, en los que se refleja una carencia de organización.
De esos alumnos alrededor del 30% afirma estudiar diariamente cerca de tres horas, un 41% asevera que dedican el mismo tiempo pero en días alternos, 20% son quienes esperan hasta fechas cercanas a los exámenes, y el 7% dedican sólo el fin de semana.
“La lectura como hábito indispensable”
Es importante entender que para la educación en línea también es de vital importancia la lectura. Es indispensable reforzar ese hábito o, en caso de no tenerlo, generarlo de manera amable.
Otra buena práctica es crear un plan de estudio, ya que contribuirá a conseguir el máximo rendimiento con sólo el esfuerzo necesario. Ni más, ni menos.
Su ventaja radica en que evitará la indecisión en cada momento, la improvisación e incluso pasar de una actividad a otra sin control. El plan ayuda a mantener un trabajo constante y diario, lo que favorece a la concentración. Sobre todo, para la educación en línea.
Debe ser una planificación sencilla y realista. Aterrizarla considerando el tiempo, herramientas y condiciones de que se disponen. Es recomendable hacerla por escrito para poder consultarla cada que sea necesario.
Elegir un lugar para el estudio es fundamental. Tiene que ser un espacio que nos transmita la suficiente confianza para generar la concentración, con pocas o nulas distracciones. Como sugerencia, incluir una superficie rígida para apoyar los libros o libretas, y que nos permita escribir.
“Tomar apuntes, otra herramienta práctica”
Como técnicas de estudio, tomar apuntes es aconsejable. En ellos se pueden verter las ideas principales de una tutoría, así como conceptos clave de las lecturas ya hechas. Antes de buscar memorizar los datos recopilados, realiza un repaso de los apuntes para asimilarlos de manera natural.
Los esquemas también son un buen apoyo para la recopilación de datos, e incluso para su comparación. En caso de sentir que no es lo adecuado, podría hacerse uso de métodos mnemotécnicos.
Por ejemplo, relacionar fechas de sucesos históricos con fechas que te sean familiares. Cumpleaños, aniversarios o días festivos son algunos de los más socorridos. Incluso generar palabras a partir de las sílabas de los conceptos que quieres aprender.
Finalmente, repasar todo lo que creas necesario, sin abrumarse de tareas, es básico. Si examen en puerta, los repasos programados ayudan a obtener mejores calificaciones.
Un modelo podría ser como el que sigue. Repasar el mismo día que se vió un tema nuevo, un día después, la semana siguiente y unos días antes del examen.
FUENTE: Cosas de educación