El envejecimiento en Japón como oportunidad de inversión

El envejecimiento en un país próspero como Japón es ya un tema central en las políticas públicas mundiales. La nación ha sido referente en cuanto a tecnología y ahora en cuanto a cómo afrontará su inminente paso a la tercera edad de su población.

La esperanza de vida de Japón ha aumentado constantemente durante el siglo pasado. Actualmente se mantiene como la más alta del mundo en casi ochenta y cuatro años. A medida que la ciencia y las tecnologías médicas mejoran. Es natural que las personas vivan vidas más largas y sanas.

Sociedad en envejecimiento

Las vidas más largas y sanas brindan más oportunidades para que las personas llenen sus expectativas satisfactoriamente.  Sin embargo, cuando tienes una sociedad donde las personas viven más tiempo. Vidas más saludables combinadas con una tasa de natalidad baja y tienes como resultado es una sociedad envejecida.

Mientras que el envejecimiento del fenómeno poblacional es cada vez más común en el mundo actual, el problema es particularmente grave en Japón. En 2014, el 26% de los ciudadanos japoneses eran mayores de 65 años. Se espera que este número aumente alcance el 38.8% para 2050. 

Sociedad sin edad

El gobierno japonés y otras partes interesadas están abordando este desafío con un sentido de crisis. Bajo una reciente revisión de sus Principios generales sobre medidas para la sociedad de edad avanzada. El gobierno pide que Japón se convierta en una “sociedad sin edad”. Esto significa en la que las personas de 65 años o más no serán consideradas automáticamente como personas mayores. Serán alentadas a mantenerse saludables para continuar trabajando.

Las nuevas tecnologías y los negocios ayudarán a las personas mayores a vivir una nueva vida con dignidad. Además de al mejorar el acceso a la atención médica. Esta es una oportunidad positiva para el crecimiento en lugar de una negativa.

Las sociedades que luchan contra el envejecimiento y el cambio tecnológico pueden considerar a Japón como un precursor. Pero ahora también es un buen momento para que las empresas extranjeras inviertan en estos campos en Japón. Es así es como un negativo puede convertirse en positivo.

Fuente: Forbes