En términos generales, la ontología entendida como la rama de la metafísica que estudia las diferentes entidades como la búsqueda de la verdad, la existencia divina, de las ideas y de los números; y la ética como la rama de la filosofía que se ocupa del estudio racional de la moral, la virtud y el deber, ambas fundamentan la razón de ser del Estado boliviano provocando la reflexión y discusión colectiva.

Pero vamos adentrarnos más a estos términos.

¿Ética?

La ética es una rama de la filosofía que estudia la moral, es decir, lo que se considera como buenas costumbres para vivir en sociedad y lograr una convivencia sana y equilibrada entre las personas.

Reflexiona acerca de las conductas morales del ser humano y sus efectos en la sociedad.

También nos permite diferenciar lo correcto de lo incorrecto, y se relaciona con valores como la responsabilidad, la honestidad, el respeto o el compromiso a fin de ser buenos ciudadanos.

La palabra ética deriva del griego êthos, que se traduce como ‘modo de ser’ o ‘carácter’, que a su vez deviene de ethos, traducida como ‘costumbre’ y ‘hábito’.

Tiene por objeto de estudio la moral, los juicios morales y la corrección de las acciones humanas. La moral se refiere al conjunto de normas, valores y costumbres consideradas como buenas en una sociedad. La moral es importante porque nos permite distinguir las conductas correctas de las incorrectas, y guía nuestras acciones en la vida cotidiana.

¿Ontología?

La ontología es la rama de la filosofía que se dedica a reflexionar sobre los modos esenciales de existencia de las cosas.

Significa el estudio del ser.

Es una parte o rama de la filosofía que estudia la naturaleza del ser, la existencia y la realidad, tratando de determinar las categorías fundamentales y las relaciones del “ser en cuanto ser.

Se le confiere al termino de ontología una segunda connotación. Desde esta perspectiva, el término ontología remite tanto a la respuesta que damos a la pregunta por la forma particular de ser que caracteriza a todos los seres humanos, genéricamente, diferenciándolos de otros seres vivos, como, a su vez, a las modalidades específicas de ser que, dentro de esa modalidad genérica, asumen los distintos individuos.

Todos los seres humanos participan en la modalidad de ser que caracteriza a la especie humana. Sin embargo, todo ser humano posee también, al interior de esa modalidad genérica, formas específicas de ser que lo definen como individuo.

Para Heidegger, ontología es la respuesta que damos “a la pregunta por el ser que se pregunta por el ser”. Y aquel “ser que se pregunta por el ser” no es otro que el ser humano o, lo que Heidegger denomina el Dasein.