La acción humanitaria es el conjunto de acciones que buscan proteger a las personas del sufrimiento causado por desastres naturales o conflictos armados y por sus consecuencias, así como prevenir estas situaciones, garantizando los derechos y necesidades básicas de la población.
La acción humanitaria debe estar guiada por los llamados principios humanitarios: humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia.
El concepto de “acción humanitaria” se confunde a menudo con el de “ayuda humanitaria”. La ayuda humanitaria está dirigida a las víctimas prolongadas de un desastre natural o un conflicto armado, como los desplazados o refugiados, una vez ya han recibido la primera ayuda de emergencia.
La acción humanitaria tiene un carácter más amplio, ya que busca prevenir, proteger la dignidad y los derechos de la población vulnerable, proporcionar bienes y servicios básicos para garantizar su subsistencia.
La acción humanitaria está enmarcada y acepta sus principios y normas. Tal y como se conoce hoy, la acción humanitaria surge en 1863, cuando el suizo Henry Dunant, después de socorrer a soldados heridos en la batalla de Solferino de 1859, fundó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), para proteger a las víctimas de la guerra. Desde ese momento, el CICR ha desarrollado los principios y normas básicas del derecho humanitario y la acción humanitaria.
Desde su fundación en 1945, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha asumido como propios los objetivos de la acción humanitaria, que están recogidos en su Carta fundacional. El tercer propósito de la ONU, recogido en el artículo 1 de la Carta, es “realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural y humanitario”.
En este sentido, uno de los principales ejes de acción de la ONU es proporcionar apoyo humanitario y coordinarse con otros actores internacionales para que esta asistencia sea lo más efectiva posible. El principal órgano de la ONU encargado de estas cuestiones es la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
La ONU cuenta con muchas entidades que amplían su trabajo dentro de la acción humanitaria, como el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD), que coordina a distintas entidades para restablecer las funciones gubernamentales básicas, rehabilitar las infraestructuras destruidas y realizar planes de recuperación en países en desarrollo.
También la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), da apoyo a los refugiados enviando suministros y dando soluciones a largo plazo, como la reconstrucción de edificios y medios de vida; o el Programa Mundial de Alimentos, que proporciona asistencia alimentaria a personas afectadas por conflictos.
Además de los esfuerzos de sus distintos organismos, la ONU ha tratado de impulsar en los últimos años una agenda humanitaria global. El mayor avance en ese sentido fue la I Cumbre Humanitaria Mundial, celebrada en 2016 en Estambul, en la que participaron 173 países.
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