Sin dudas los dulces son una tentación. Pero todos sabemos que un excesivo consumo de ellos, como de azúcar, favorece el desarrollo de sobrepeso, enfermedades cardiovasculares, diabetes (en algunos casos), obesidad y caries dentales. Entonces aparecen los edulcorantes como una alternativa al azúcar.
Los especialistas recomiendan consumir, tanto azúcares como edulcorantes, en cantidades moderadas, para mantener siempre una alimentación saludable. Según la OMS, el consumo de azúcar no debería superar el 10 por ciento de la ingesta calórica total “por sus efectos nocivos derivados de un consumo abusivo”.
¿Es lo mismo el azúcar que el edulcorante?
La azúcar se define como una sustancia cristalizada utilizada para endulzar. En cambio, un edulcorante es aquella sustancia que endulza los alimentos, bebidas o medicamentos, ya sea de origen natural (como la miel o el azúcar) o sintético (sacarina, aspartamo…). Por tanto, la finalidad tanto del azúcar como de los edulcorantes es la misma, endulzar cualquier alimento.
Tipos de edulcorantes
Edulcorantes hay de muchos tipos.
- Edulcorantes naturales: como el azúcar común, el sirope de agave y la miel; nos aportan energía.
- Edulcorantes sintéticos o artificiales: Dentro de este grupo encontramos algunos que nos aportan energía (sorbitol, xilitol, manitol…), pero hay otros que nos aportan 0 calorías (sacarina, aspartamo, acesulfamo…). Estos aportan el sabor del azúcar de 30 a 300 veces más, pero con un aporte calórico nulo.
¿Cuál es mejor?
No hay ninguno que sea la panacea. Mientras se haga un consumo responsable, podríamos decir que cualquier es apto. Lo que si, es que es importante escoger el azúcar integral en lugar del refinado, para aprovechar los minerales y las vitaminas que nos pueda aportar.
Consejo nutricional:
- Si vas a cambiar hábitos alimentarios, puedes comenzar por ir disminuyendo progresivamente el azúcar libre y alimentos que la contengan, a la vez de incluir más frutas, vegetales, hortalizas, leguminosas, cereales integrales, frutos secos en tu alimentación.
- Consumir más agua con o sin gas, consumir el mínimo posible de edulcorantes en general, no agregarles a las bebidas.
- Al usar los edulcorantes no calóricos recuerda que no todos sirven para cocinar. Los recomendados son la sucralosa, estevia, la sacarina y el ciclamato.