Las redes de aprendizaje personal, aunque parezca contradictorio, son conjuntos de personas con las que se establecen vínculos para aumentar o mejorar los conocimientos.
El concepto es algo que resulta de provecho para los alumnos. Sobre todo cuando se trata de conocimientos para una determinada área.
Dentro de éstos grupos, los alumnos se encuentran con personas que, fuera del entorno educativo tradicional, contribuyen al proceso de aprendizaje.
Lo fundamental de esta metodología es que, las personas con las que se interactúa, tienen tanta o más importancia que las fuentes de consulta o las tareas escolares que se realizan.
Los alumnos se encuentran con personas que contribuyen al proceso de aprendizaje
Se dice que es personal ya que se conforma un sistema de alrededor de uno mismo.
Asimismo, el lugar de estudio o reunión es susceptible de elegirse libremente. Aunque la mayoría de las veces la red se frecuenta a través de internet.
Dicho de otra manera, estas comunidades se encuentran en portales, foros y redes sociales. Allí, cada miembro elige lo que desea compartir con los demás o qué aprender.
Al personalizarla, la red de aprendizaje se ajusta más a las necesidades propias de cada persona.
Por ejemplo, se pueden establecer relaciones de aprendizaje con estudiantes de otras escuelas o de distintas edades. De esta manera, el intercambio de experiencias, materiales y técnicas de estudio puede ser bastante provechoso.
Al personalizarla, la red se ajusta más a las necesidades propias de cada persona.
Dicho sea de paso, las redes de aprendizaje, sobre todo, son muy fácil de formarse en Internet. Sin embargo, puede representar una desventaja.
Mayormente, la información que se recibe por medio de la pantalla es tanta que es probable que se necesite de herramientas complementarias.
Por ejemplo, Hootsuite, permite tener todas las redes sociales propias de un solo vistazo. Así, se puede tomar el control del feed.
Instapaper permite guardar artículos para leerlos más tarde, además de compartirlos con cierta facilidad.
Actualmente, son tantas las aplicaciones para ayudar en nuestros procesos de enseñanza que se encuentran en Internet que no podrían terminar de mencionarse.
Ellas nos ayudan a tener la información bajo control, poder asimilarla y compartirla con facilidad.
Hay que recalcar, no es que estas redes de aprendizaje sustituyan a los grupos de clase tradicionales. Se trata de una manera excepcional de complementar las horas que se dedican a la enseñanza.
Sobre todo, poner en práctica esta metodología es una buena manera de enriquecer la educación en línea. No hay que descartarla sin antes haberla probado.
Fuente: Innovación Educativa