Tinnitus o acúfeno es el nombre que se le da cuando escuchamos sonidos que no provienen de una fuente ajena a nuestros oídos.
El típico sonido del pitido al interior del oído se produce en el cerebro. Sucede así porque en el área que procesa los estímulos tiene una hiperactividad anormal. Así, el sonido se genera y se percibe aunque no sea como respuesta a algo concreto.
Dicho síntoma no quiere decir otra cosa sino que se le está haciendo daño al cerebro de alguna manera.
A la mayoría de las personas les sucede esto en algún momento de su vida. Es variable la sensación, puede “percibirse” que está en un sólo oido, en ambos o en el centro de la cabeza.
Hay distintos tipos de sonidos y cambian de una persona a otra. Pitidos, ruido de máquinas, agua que cae, grillos o zumbidos.
¿Qué los produce?
Generalmente suceden tras un cambio negativo en el sistema. Ante dicha situación, el cerebro actúa de modo tal que busca más información. El tinnitus sobreviene a raíz de una actividad cerebral agitada.
Aunque lo normal es que se piense que proviene del oído, no es así. Pero tampoco es buena señal.
Los pitidos aparecen o empeoran después de estar expuestos a niveles sonoros fuertes, en caso de un nivel alto de estrés, como respuesta a una ligera pérdida en la audición, contracturas musculares de la columna, cuello, mandíbula o justo en un resfriado.
Problema común
Es tan recurrente que incluso existe el dicho: “están hablando mal de mi, porque me zumba el oído”. Muchas veces son esporádicos, en alrededor del 30% de las personas; otros son permanentes, un 10%.
Sin embargo, es fundamental entender que no se trata de una enfermedad. Pese a ello, hay que resaltar que unos desaparecen y otros no.
Los esporádicos suelen irse como llegaron. Los permanentes pueden eliminarse si se encuentra la causa raíz; pero en general, no hay una cura para los de este tipo.
Actúa así ya que se trata de un síntoma y no de una enfermedad. Por poner un ejemplo, si aparece a la par que la sordera relativa, es porque el cerebro busca “rellenar” los huecos de lo que no escucha. Como la sordera no tiene remedio aún, no hay manera de hacerlos desaparecer.
También es posible que aparezca después de un trauma fuerte, como una explosión. En ese caso, como la hiperactividad en el cerebro es constante durante un tiempo, el tinnitus se mantiene.
Por otro lado, para las personas que lo escuchan todo el tiempo, incluso en las horas de sueño, puede dificultar la audición en general, generar insomnio, ansiedad e, incluso, depresión.
Remedio
Hay que tomar en serio el síntoma, ya que es un llamado de atención con respecto al cerebro. Lo primero que debe hacerse es tratar de descubrir qué se está haciendo mal.
Si se trata de una enfermedad, tratar de remediarla. Por ejemplo¡, si es por estrés, tomar unos momentos de calma ayudará. Cada enfermedad tiene su remedio, con atenderlo será suficiente.
Por su parte, para los que permanecen es necesario buscar la solución acudiendo al médico. Él probablemente detecte el origen del síntoma y, si no es así, nos dirigirá con el especialista.
Lo más importante es recordar que el cuerpo no se queja por cualquier nimiedad. Cuando pasa, hay que atenderlo y buscar su solución.
Fuente: Gizmodo