Muchos de nosotros reconocemos de manera fácil la imagen en que ilustra este texto. En ella se muestra el aparente recorrido en la evolución del hombre.
Junto a esta, existen otras imágenes “científicas”. Sin embargo, debemos recordar que no todo lo que miremos es susceptible de ser verdad.
Volviendo a nuestro tema, en el extremo derecho de la imagen vemos al Homo Sapiens, que describe a nivel visual y de manera muy cercana al hombre moderno.
Justo detrás de él se encuentra el Cromañón, de rasgos toscos. Antes, viene el Neandertal. Después el Oreopithecus y, al final, un simio que aparenta pertenecer a la especie de Dryopithecus.
La imagen se popularizó tras su publicación en 1965
Las imágenes de dicha ilustración, que se ha generalizado, aparecieron por primera vez en 1965, en un volumen de Time llamado Early Man.
Sin embargo, en dicha publicación, el antropólogo F. Clark Howell indicaba que no debía interpretarse como el progreso de una especie a la otra de manera literal.
Dado que la obra tuvo una muy buena acogida, la imagen se popularizó. Originalmente la imagen que se llamaba Camino al Homo Sapiens, incluía a 15 primates en fila. La versión corta, que ahora conocemos, se bautizó como la Marcha del Progreso.
La imagen es negativa para la ciencia. Primero, porque sólo muestra a machos, cuando la reproducción ha sido de manera sexual junto con las hembras. Así es como hemos evolucionado.
Incluso, con ninguno de las especies que se muestran en la imagen estamos directamenre relacionados.
El problema fundamental de la ilustración es que sugiere una evolución mediante un proceso lineal
Además, Howell comentó que el Oreopithecus no fue un actor principal en la historia evolutiva. Primero que nada, porque su existencia fue efímera y todo parece indicar que no era bípedo.
Por su parte, el Cromañón ya no es considerado como parte de la evolución. Tampoco del Neandertal, que es un caso aparte.
El Neandertal y el hombre moderno coexistieron hasta hace unos 40,000 años, es decir, fuimos contemporáneos.
El problema fundamental de la ilustración es que sugiere una evolución mediante un proceso lineal. Sin embargo, la evolución es genética, ya que los organismos están en constante adaptación.
Es por ello que los organismos mejor adaptados al medio que los rodea, son los que más se reproducen y, por ende, más esparcen sus genes.
Asimismo, hay muchas otras especies con las que compartimos ancestros que prevalecen. Un claro ejemplo de éxito es el de los chimpancés y los orangutanes; que continúan su existencia y evolución.
Si existiera una manera visual de ejemplificar esto de lo que hablamos sería más parecido a un árbol con muchas ramificaciones. Sí, como el de los idiomas.
Fuente: SciShow