México atraviesa una ola de calor como no se había sentido en tiempo recientes. Ante esta situación, es recomendable proteger la piel. Exponerse de manera prolongada a los rayos del Sol genera efectos adversos en la dermis.
El calor abrumador que se siente se debe, entre otros factores, a que el cielo presenta menos nubes de lo habitual, el piso está más seco y la población de árboles disminuyó.
Las consecuencias que pueden presentarse a largo plazo en la piel son el envejecimiento prematuro y manchas. Efectos que son acumulables en el día a día sin darnos cuenta. Aunque esto depende, al final, de la gravedad de las quemaduras.
El calor excesivo se debe a que hay menos nubes, el piso está más seco y hay menos árboles
A pesar de ello, el Sol aporta beneficios a la salud. Por ejemplo, activa la circulación y favorece la síntesis de la vitamina D3. Esto último ayuda a absorber el calcio y fósforo para fortalecer los huesos y reforzar el sistema inmunológico.
Incluso, es susceptible de influir en el estado de ánimo, ya que equilibra el sistema nervioso y ayuda a combatir la depresión.
Para proteger la piel se necesita, principalmente, una crema con factor de protección solar. El FPS que se utilice va en función del tipo y tono de piel.
El FPS es fácil de interpretar. El número que aparece indica las veces adicionales que se puede permanecer bajo el Sol antes que aparezca el enrojecimiento previo a la quemadura.
Es decir, un FPS 15 determina que se puede tomar el Sol 15 veces más de lo que sería posible sin utilizar protector solar.
Para las pieles de tonos muy claros, como las personas que tienen ojos azules y pecas fácilmente distinguibles, se les recomienda un FPS 50. Para las pieles que no son tan claras, se aconseja un FPS 30.
A las pieles blancas, que se queman de manera moderada en la ciudad, se les sugiere un FPS de 15 como mínimo. Sin embargo, para aquellas que tienen un tono de piel morena, un FPS entre 8 y 10 es lo ideal.
Es importante señalar que la pieles oscuras se queman en pocas ocasiones y se broncean con mayor rapidez. Por lo tanto, un FPS entre 6 y 8 está muy bien.
Al final dejamos a las personas de piel negra, por lo que no se queman nunca, las cremas que podrían emplear son entre 4 y 6.
Las cremas protectoras se deben aplicar treinta minutos antes de exponerse al sol
Además, es recomendable tener cuidados adicionales para la piel bajo los rayos del sol. Por ejemplo, no tomar el sol entre las 10:00 y las 16:00 horas.
En este periodo del día es cuando se presenta la radiación solar más fuerte. La alta radiación puede provocar grandes quemaduras de piel, dañar los ojos y afectar el sistema inmune.
Lo fundamental con las cremas protectoras es que deben aplicarse con unos treinta minutos de antelación previo exposición al sol. Es el tiempo promedio en que la piel absorbe la crema.
Para tal efecto, la piel debe estar bien seca y repetir su aplicación después del baño o una excesiva sudoración.
Fuente: Cosas de Salud