La sociedad en general parece que es cada vez más consciente del verdadero problema que representa el acoso escolar o bullying.
“Los ambientes de enseñanza deberían ser entornos de seguridad”
Esta situación se presenta en todos los niveles escolares, en mayor o menor medida. Los ambientes de enseñanza, que deberían ser entornos de seguridad para los estudiantes, pueden convertirse en escenarios de angustia.
Los efectos del acoso escolar se presentan a nivel físico, emocional y en el rendimiento académico. Es por ello que se debe actuar frente a esta situación
Pero, ¿qué hacer en estos casos?
Si se tiene de conocimiento de alguien cercano que este padeciendo esta circunstancia, lo primero que se debe demostrar es que pude confíar en nosotros. Lo fundamental es hacer de su conocimiento que no es el culpable de lo que sucede y que no está solo.
Asimismo, habrá que ponerse en contacto con la institución educativa para saber si ocurre algo más y que, suponemos, está omitiendo.
Acercarse a profesores o amigos, para informarnos o alertarlos, brindará un panorama más amplio de lo que está sucediendo.
Habrá que evaluar la necesidad de buscar ayuda psicológica. Esto, con la finalidad de desahogarse y recuperar la fuerza que se perdió en algún momento.
Es importante animar a aquella persona y mantener el ánimo positivo.
Dado el caso de que sepanos que alguien cercano a nosotros es el acosador, buscar ayuda psicológica o incluso en el propio instituto es indipensable.
Se deben buscar maneras de transmitir las normas sociales y despojar del narcicismo en el que los acosadores suelen acomodarse.
Aunque no se le debe de discupar por las actitudes de abuso que ejerza, tampoco se le debe de señalar peyorativamente ni aislarla.
Identificar y hablar acerca de sus insatisfacciones o frustaciones son una buena manera de canalizar sus conductas agresivas.
FUENTE: Cosas de Educación