Mirando hacia el firmamento estrellado, absortos en lo que es y lo que puede ser ¿Quién no se ha preguntado si alguna vez seremos capaces de alcanzar las estrellas? La humanidad tan sólo ha dado unos pequeños pasos fuera de nuestro planeta, pero el futuro de los viajes espaciales parece alentador. Y si bien la distancia que nos separa de otras galaxias parecen infranqueables, alguna vez también lo fue el cruzar el océano.
Hay que ser muy realistas, la posibilidad de explorar el espacio sideral, parece muy lejana, ya que la tecnología necesaria aún ni siquiera está en desarrollo. Además, antes tenemos que explorar nuestro sistema solar con relativa facilidad y, eventualmente, abandonarlo: directo hacia lo desconocido.
Desde que los seres humanos adquirieron la capacidad de razonar y soñar, han concebido la idea de salir fuera de nuestro planeta. Importantes filósofos griegos, como Plutarco, relataban historias sobre civilizaciones que conocían el camino hacia la Luna. Pero no fue sino hasta la invención del telescopio y la revolución astronómica que empezamos a comprender lo que implicaría viajar por el espacio.
Posterior a la culminación de la Segunda Guerra Mundial, la humanidad se planteó el objetivo de salir de nuestro planeta y alcanzar la Luna. Esta meta se alcanzó el 20 de julio de 1969, cuando el Apolo 11 consiguió poner a un ser humano en nuestro satélite natural. Sin embargo, no fue más que un “pequeño paso”, como dijo Neil Armstrong, y el sueño de recorrer el espacio como en las películas de ciencia ficción, aún parece lejano.
El futuro de los viajes espaciales
Según informa Wired y revistas científicas, para conseguir recorrer el espacio con relativa facilidad, se piensa en emplear cohetes de fusión nuclear: esta tecnología combina dos núcleos atómicos para liberar una inmensa cantidad de energía. Esto ha sido un tema recurrente en diversas obras, pero su implementación en la vida real está aún muy lejos de ser posible.
En los últimos años existen un renovado interés por los viajes espaciales, permitiendo la irrupción en escena de startups que tienen como meta el espacio. La empresa Pulsar Fusion, por ejemplo, planea construir una constelación de mini cohetes reutilizables a los que llamará Sunbird. Estos estarán diseñados para integrarse a las naves espaciales, brindarles empuje y posteriormente, al llegar a su destino, se desacoplarán para volver a una estación espacial.
Otra manera que se ha planteado como una posibilidad para viajar en el espacio, es la fusión del Helio-3, un proceso que se ha demostrado factible en el laboratorio. El resultado podría ser una fuente de energía nuclear muy importante y servir de combustible. La fuente de este elemento es la Luna, en donde a través del viento solar se mezcla con el regolito (capa de fragmentos de roca) de la superficie lunar. Asimismo, se asegura que China ha descubierto un nuevo mineral que contiene este elemento en nuestro satélite natural.
Cada día surge nueva información y se piensa en nuevas ideas para que los viajes en el espacio sean una realidad. La meta inmediata es colocar bases espaciales en la Luna o en Marte, para posteriormente pensar en recorrer nuestro sistema solar. Porque todo nace de un sueño, y mientras sigamos mirando el firmamento, el ser humano seguirá anhelando un mejor destino para cada individuo.
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