El futuro, es todo un misterio. Podemos intuir o llegar a pronosticar ciertos aspectos o situaciones que podrán suceder en los próximos años, pero no somos H.G. Wells para poder saber que pasará. No tenemos una máquina del tiempo para conocer con certeza cómo será la vida en unas décadas, pero, contamos con la inteligencia artificial y gracias a ella podemos responder a la pregunta: ¿cómo serán las ciudades del futuro? O al menos como se perfila a que sean.
Saber cómo y en dónde viviremos los seres humanos en el futuro inmediato, es una preocupación natural. Solemos sobrepensar, teniendo una reflexión excesiva sobre el pasado futuro y una preocupación desproporcionada por el futuro. Y esto nos hace mirar hacia dónde vamos o que experimentaremos en los años venideros.
¿Cómo serán las ciudades del futuro?
Estamos conscientes de que el mundo requiere un cambio drástico: la sobrepoblación y a sobrexplotación de los recursos naturales son problemas graves que necesitan ser atendidos a la brevedad. Pero entremos en materia:
Según la inteligencia artificial las ciudades del futuro serán sostenibles, eficientes, accesibles, creativas e innovadoras. Su objetivo será maximizar la calidad de vida de sus habitantes, minimizando a la par el consumo de recursos.
¿Lo imaginas? Una ciudad completamente sostenible, con un ciclo de vida circular: en donde todo se aproveche, generando una mínima cantidad de residuos y contaminantes. Pero para que eso suceda, necesitan existir edificios que utilicen materias naturales, equipos inteligentes y soluciones de aislamiento térmico.
En cierto que parece que estamos en el camino correcto, pero hay mucho que se tiene que corregir para llegar a ese punto. En este sentido y hablando de movilidad, las grandes urbes suponen un reto a la accesibilidad; tener una configuración que permita acceso y movimiento a cualquier persona. Para lograrlo se tendría que reconfigurar la arquitectura actual, creando caminos y accesos suficientes.
Los espacios naturales son esenciales, ayudando a combatir la contaminación, mejorando la salud y la interacción social; se puede aumentar la calidad y esperanza de vida de sus habitantes.
Y como punto culminante, las ciudades del futuro presentarán oportunidades para que sus habitantes sean agentes involucrados, capaces de ofrecer soluciones creativas. Todo rodeado de un ambiente de innovación en donde las ciudades utilicen de manera responsable los datos generados por los ciudadanos.
Entonces, ¿la ciudad tendrá vida’? Se puede entender que estará controlada por algún tipo de inteligencia artificial que facilite la vida de sus habitantes y máxime el uso de los recursos. Suena bastante atractivo e interesante. Y mientras no nos aguarde algún futuro distópico, vivir en las ciudades que predice la inteligencia artificial, será un deleite.
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