“Tu cuerpo es templo de la naturaleza y del espíritu divino. Consérvalo sano, respétalo, estúdialo y concédele sus derechos.” (Henri Frederic Amiel)

Los resfriados son cuadros infecciosos que afectan a las vías respiratorias altas (nariz y garganta), aparecen habitualmente en la época fría del año, aunque el 20% de los resfriados se presentan durante el verano según la sociedad española de neumología y cirugía torácica (SEPAR).

Existen dos tipos de virus causantes de resfriados:

  • Los rinovirus (más frecuentes en invierno) causan el resfriado común, pueden causar algunas faringitis, infecciones de oído e infecciones sinusales/sinusitis. Se contagia cuando una persona enferma habla, tose o estornuda y respira las gotas microscópicas que libera en el aire.
  • Los enterovirus (más frecuentes en verano y otoño) causa lo que se conoce como “gripe de verano”, en la mayoría de los casos no generan síntomas, en caso de hacerlo los síntomas son leves y suelen desaparecer en pocos días. Se contagia cuando una persona tiene contacto con su propia nariz o boca después de haber tocado objetos (teclados, toallas, etc.) contaminados por una persona resfriada.

La mayoría de las personas piensa que no se van a resfriar durante el verano, pero existen condiciones que pueden disminuir las defensas del organismo y que se podrían prevenir:

  1. Aire acondicionado: según la sociedad madrileña de neumología y cirugía torácica (NEUMOMADRID), el 20% de las personas expuestas a aires acondicionados han sufrido problemas respiratorios como resfriados, afonías o faringitis. Estos sistemas extraen humedad del aire, y pueden llegar a resecar el ambiente por debajo del 30%, la exposición continua puede llegar a resecar las mucosas de la nariz y otras vías aéreas, haciéndolas más vulnerables a una infección.
  2. Cambios bruscos de temperatura: los aires acondicionados también tienen gran parte de la culpa, las diferencias de 10°C o más entre la temperatura exterior y la interior, pasando de calor a frío, hacen que se reduzcan las defensas pulmonares que funcionan de forma mecánica, volviéndonos más propensos a las infecciones.
  3. Estrés: la llegada de las vacaciones implica cierres, entregas, viajes, etc. Lo que genera situaciones estresantes que pueden disminuir las defensas.
  4. Vuelos: los vuelos en avión, donde permanecemos en un espacio cerrado durante varias horas pueden ser una trampa para la salud, al acumularse muchos microrganismos en un espacio reducido.

Por lo general, un resfriado es inofensivo y lleva entre una semana y diez días superarlo y los síntomas son en su mayoría molestos para realizar actividades diarias.

Por lo que les hacemos algunas recomendaciones para prevenir un resfriado:

  • Temperatura adecuada, recordemos que los cambios bruscos de temperatura producen muchos resfriados, sobre todo con el uso de aire acondicionado:
  • El uso de aire acondicionado en el hogar o en lugares de trabajo con poca gente se recomienda que la temperatura no sea de más de 10 grados de diferencia entre el exterior y el interior.
  • Mantener una correcta humedad en el ambiente utilizando purificadores que renueven el ambiente y mantengan una correcta humedad en el ambiente.
  • Ropa adecuada, se debe procurar que el cambio de temperatura sea gradual cuando pasemos de un ambiente a otro.
  • En caso de que en su lugar de trabajo no se pueda controlar la temperatura del aire acondicionado, se recomienda el uso de chaquetas para abrigarse y evitar el resfriado en verano.
  • Al salir de un lugar con alta temperatura, se recomienda abrigarse utilizando guantes, gorro y bufanda para que el cambio no sea tan bruco durante la época de invierno.
  • Después de la ducha, este es un momento en el que somos vulnerables a un resfrío, cuando salimos del baño debemos secarnos bien y vestirnos rápidamente, es recomendable no salir inmediatamente a la calle y evitar que nuestro pelo este mojado.
  • Evitar lugares frecuentados, dentro de lo posible es recomendable evitar lugares con poca ventilación o sitios muy frecuentados. Recordemos que somos más propensos a contagiarnos de algún virus o enfermedad en este tipo de espacios. El uso de cubrebocas y el lavado de manos es siempre una recomendación en caso de que no se puedan evitar estos lugares.
  • Alimentación balanceada, consumir frutas y verduras para mejorar las defensas del cuerpo, incluye alimentos fuentes de vitamina C, como lo son naranjas, toronjas y kiwi.
  • Mantenerse bien hidratado, esto es recomendable durante todo el año, pero más ante el cambio de estación. Cuando el cuerpo está bien hidratado es más resiliente.

Ahora ya lo sabes, esperamos que te hayan servido nuestros consejos y a cuidarse.