Todas las personas tienen el derecho a conocer los fundamentos básicos, para que, sin necesariamente ser expertos, puedan invertir sus ahorros en instrumentos de inversión que les permitan alcanzar sus objetivos y metas, logrando así un incremento en su nivel de vida con la ayuda de la educación financiera.

Conforme a la Ley Federal del Trabajo, en su artículo 153-A, se especifica que “Los patrones tienen la obligación de proporcionar a todos los trabajadores la capacitación o el adiestramiento que les permita elevar su nivel de vida”, por lo que, es un hecho que la educación financiera en las empresas resulte de suma importancia. El que las empresas elaboren planes de Educación Financiera alineados a sus objetivos de Responsabilidad Social, representa mejoras en la calidad de vida de los empleados y su contribución a la sociedad haciendo que la economía se vea favorecida.

Desde el punto de vista de los trabajadores, contar con una educación financiera temprana los beneficia en todas las etapas de su vida. A los niños les enseña a comprender el valor del dinero y ahorro; a los jóvenes y adultos los prepara para planificar y gestionar de manera independiente eventos importantes como el financiamiento de los estudios, la compra de vivienda, elaborar planes de jubilación, entre algunos más.

Otros elementos importantes de la educación financiera son que se aprende a evitar el sobreendeudamiento, a reducir la morosidad, a prevenir la posibilidad de caer en manos de prestamistas y evitar ser víctimas de fraudes con ganancias exorbitantes.

Económicamente una población con cultura financiera contribuye a la estabilidad financiera del país. Los consumidores con los conocimientos adecuados y entendimiento de los productos disponibles en el mercado financiero pueden tomar mejores decisiones al momento de contratar productos y servicios que los ayuden a alcanzar sus objetivos y metas, porque están capacitados para realizar un comparativo, lo que se traduce en el aumento de competencia y mejora de los niveles de eficiencia del sector financiero, beneficiándonos a todos.

Socialmente, la educación financiera contribuye a la reducción del riesgo de exclusión entre los segmentos más desfavorecidos, al brindarles las herramientas necesarias para gestionar, de una manera eficiente, sus recursos y evitar recurrir a prestamistas con tipos de interés muy elevados.

Hoy en México, la educación financiera es parte de la Responsabilidad Social de las empresas. Educar Financieramente a los empleados complementa el desarrollo laboral. Además, se debe transmitir como un gran reto de la sustentabilidad económica para las siguientes generaciones.

El estudio What Causes Suboptimal Financial Behaviour? An Exploration Of Financial Literacy, Social Influences And Behavioural Economics, concluye que los consumidores con mayores niveles de educación financiera, comparados con aquellos con niveles bajos, tienden a:

  • Tener más ahorros
  • Ahorrar más para la jubilación;
  • Gestionar mejor sus deudas.
  • Ser más prudentes a la hora de pedir financiación.
  • Tener objetivos financieros más realistas.

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