Los medicamentos de patente y sus genéricos poseen la misma sustancia activa

En ocasiones, pedir medicamentos no regulados en un farmacia puede volverse un dolor de cabeza. Sí, un malestar adicional al que ya se tiene.

La cuestión estriba en decidir si pedir medicamento genérico o de patente, aunque ambos contengan la misma sustancia activa. La diferencia puede ser tal que la economía personal lo resienta.

Es importante saber que la mayoría de los medicamentos tienen marca al momento de su descubrimiento. Además, entre la investigación y su comercialización puede transcurrir una media de 10 años.

Esos costes de producción suelen asumirlos las marcas. El negocio se encuentra en que, cuando se revele el medicamento final, tendrá la exclusividad del fármaco durante el tiempo que son dueños de la patente.

Sólo se permite que el derecho de la patente este vigente durante un tiempo determinado. Sucede así para evitar monopolios de por vida.

Al momento en que la patente se libera, cualquier otro laboratorio puede comercializarla. Es decir, su equivalente genérico.

El precio al público resulta menor porque ese laboratorio se ahorra los costos de investigación. Lo fundamental es que debe de fabricar exactamente lo mismo y con igual eficacia.

El derecho está vigente durante un tiempo determinado para evitar monopolios de por vida

En ese sentido, para salir al mercado dichos medicamentos genéricos previamente tuvieron que demostrar su bioequivalencia, en cuanto a seguridad, eficacia y calidad. Además de incluir el mismo principio activo, la misma dosis y forma farmacéutica.

Si el medicamento no aprueba de manera satisfactoria dichas regulaciones, no se permite su venta.

Regresando a la cuestión de la pérdida de la patente, cuando un laboratorio llega a ese punto buscará competir con aquellos que no han gastado en investigación y desarrollo. Por ello es común que lancen productos reformulados.

Lo que cambia es que lo ponen la venta en formatos novedosos, más cómodos o con excipientes adicionales.

Se trata de un método para extender la patente de la marca. Aunque en esencia se trata de la misma formula activa en un producto distinto.

La percepción social logra que las personas crean que una marca es distinta o mejor.

Por ejemplo, un medicamento puede agregar arginina para acelerar la absorción del medicamento. Como no existe un genérico equivalente a ese excipiente, pero en esencia es el mismo principio activo, se justifica su mayor precio.

Otro caso de este panorama es el del paracetamol. Se encuentra en la lista de los medicamentos esenciales de las OMS y es el más utilizado para aliviar el dolor.

Dado que fue descubierto en 1877, en la actualidad hay muchos medicamentos distintos con el mismo principio activo. Sin embargo, no hay una razón de peso para que sea de esta manera.

Los diferenciales son fáciles de ubicar. Generalmente tienen adjetivos como forte, junior o plus.

De acuerdo con algunos estudios, la percepción social logra que las personas crean que una marca es distinta o mejor. Lo que siempre debe de importar es la eficacia terapéutica.

Como dato final, en México la patente de los medicamentos tiene una duración de 20 años.

Fuente: Gizmodo