Propiedad de Sony Pictures Television

El pasado 20 de enero, la exitosa serie creada por Vince Gilligan y protagonizada por Bryan Cranston cumplió diez años de haberse estrenado. Breaking bad es una de las mejores de la historia. No solo por su calidad sino por su legado y capacidad de traspasar la televisión con una buena iconografía.

El legado de Breaking Bad 

Es su legado la gran clave de por qué es hoy toda una referencia. Una historia con un ritmo lento, con cuidado en cada plano y detalle. Con la tensión, con planos imposibles y una fotografía exquisita, se construyó todo un hito.

Hacía tiempo que no se veía una televisión ambiciosa, queriéndose parecer al cine en técnica y en discurso. Desde ese momento las cadenas televisivas enloquecieron queriendo superar la maestría en producción que logró la serie creada por Vince Gilligan.

La historia y sus personajes

Una visita al médico, un diagnóstico de cáncer pulmonar y un encuentro con un antiguo alumno suyo, interpretado por Aaron Paul, iniciaba un viaje de cinco temporadas. Los creadores cambiaron todas las reglas en las que se basaba la televisión, creando protagonistas inestables que evolucionan a lo largo de las temporadas.

El héroe convertido en antagonista

Con un protagonista ambiguo,  la idea era convertirlo en antagonista de él mismo, corromperle y dejar claro que el Walter White que vimos en el primer episodio y el del último son iguales, pero opuestos al mismo tiempo.

Todo esto presentado en una estética en un western moderno mezclado con la pura tragedia clásica. Una epopeya cuyo enemigo es un cáncer invisible e inoperable. Una odisea en la que arriesga todo y a todos en el camino.

Ya sabemos que antihéroes hay muchos, pero sólo Water White juega con el arquetipo a lo largo del relato para que su transformación sea brutalmente sutil. Su maldad no aparece en el primer capítulo, pero conforme conocemos al personaje nos damos cuenta que eso siempre ha estado ahí. Esa oscuridad que lo lleva a tomar medidas drásticas sin tomar en cuenta a su familia, esa psicopatía que evoluciona mientras la bondad y sensibilidad de Jesse Pinkman va en aumento.

Los simbolismos

Durante los más de setenta capítulos somos testigos no sólo de una manera distinta de hacer televisión, sino de los símbolos que hoy en día son grandes representaciones de la cultura pop: el blanco (Walter White) contra el negro (Heisenberg), el azul de la metanfetamina, el amarillo de los trajes, el logo de Los Pollos hermanos, el desierto y la desolación…

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